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Efecto Pigmalión: El poder de las expectativas


En este breve artículo contaremos sobre cómo puedes aumentar el rendimiento académico de los alumnos solamente aumentando sus expectativas.


La capacidad de influir en otra persona por medio del lenguaje es una técnica capaz de producir efectos trascendentales en las personas. Lo cierto es que cada ser humano cuenta con un potencial natural, integrado por habilidades y destrezas. Cuando este potencial natural es descubierto a tiempo, los individuos tienen grandes posibilidades de convertirse en personas exitosas, sin necesariamente ser estudiantes que alcancen las máximas puntuaciones en el ámbito académico.


El efecto Pigmalión tiene su origen en la figura del escultor griego llamado Pigmalión, quién entre sus creaciones dio origen a Galatea, la cual poseía tal belleza y perfección, que su autor se enamoró perdidamente de ella. El mito continúa cuando Pigmalión conoce a la bella Afrodita, entonces descarga en ella todo el amor que sentía por la estatua. Este momento representa el cumplimiento de la expectativa, realizada previamente a través de la escultura.


Ahora, llevando el efecto Pigmalión al ámbito de la escuela, este es un término que se utiliza en psicología para referirse al fenómeno por el cual las expectativas y las creencias que posee una persona influyen en las conductas, en el rendimiento y en los resultados de otra, bien sea de manera positiva, produciendo un alto rendimiento, o por el contrario afectando de manera negativa sobre el mismo, saliendo así perjudicado.


En el contexto del aula, este requiere de tres aspectos: creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su ejecución. Puede tener un origen externo, cuando los docentes depositan creencias sobre la mente del alumno y/o interno, cuando el mismo alumno cree tal creencia acerca del futuro de su trayectoria, ya sean de carácter positivo o negativo.


De esta manera, según el investigador Javier García, las expectativas que un profesor tiene sobre sus alumnos influyen decisivamente sobre el rendimiento positivo o negativo de estos. El éxito radica en la capacidad que tanto sujetos, como personas que les rodean, tengan para poder crear expectativas positivas, creyendo firmemente en ellas y transmitiéndolas con la misma intensidad.


Lo anterior, nos enseña sobre cómo las expectativas positivas de un profesor pueden generar un mejor desempeño académico en los alumnos. ¿Entonces qué podemos hacer como profesores para sacarle partido al efecto Pigmalión?

  1. Detectar quiénes son los alumnos que experimentan problemas de motivación y autoestima.

  2. Acercarse a ellos con empatía para lograr obtener su confianza.

  3. Explicarles cuál es la finalidad de querer ayudarlos

  4. Ofrecerles ejemplos de personas que han logrado superarse


Al aplicar el efecto Pigmalión, se lograrán los siguientes resultados:

  1. La aceptación del alumno

  2. Que el alumno consiga tener fe en sí mismo y actúe con voluntad

  3. Confianza del alumno en su profesor

  4. Que el alumno sea capaz de realizar acuerdos con sus profesores, compañeros y todos aquellos que le rodean

¿Y los estudiantes qué pueden hace para aprovechar este efecto? Los estudiantes pueden tomar mas conciencia de que las palabras, gestos, creencias y acciones influyen en nuestras compañeras y compañeros. Por lo que, ¿por qué no utilizarlo para reforzar sus capacidades y generar en ellos una buena autoestima que los acompañe toda su vida?



Vargas, J. G. (2015). El efecto Pigmalión y su efecto transformador a través de las expectativas. Perspectivas docentes, (57), 40-43.

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